Ciertas zonas de los lóbulos frontales que controlan la agresividad y el ímpetu emocional no madurarán del todo hasta pasados los 20 años, eso explica muchas cosas.
Parece ser que la maduración del cerebro es muy desordenada porque no todas las áreas se desarrollan de golpe y eso genera un desajuste.
¿Cómo funciona esa poda neuronal?
Se van eliminando las conexiones creadas durante la infancia que ya no serán útiles en la vida adulta.
Esto genera los cambios drásticos de comportamiento que tanto tememos y sufrimos los padres y madres.
También está el hecho de que las emociones maduran mucho antes que la capacidad de gestionarlas
Por eso las emociones como el miedo o la ira no se puedan controlar porque todavía no han madurado las áreas cerebrales encargadas de ello.
Si el adolescente se desarrolla en un ambiente de alta conflictividad, en esta etapa de «poda», se dificulta la construcción del control emocional y se fortalece mucho más la respuesta impulsiva.