Si apruebas, te compro la moto! Creo que es el mito más extendido sobre los estudios.
Nuestros padres y madres con las herramientas que tenían entonces, tenían la creencia de que era bueno premiar si se sacaban buenas notas y castigar si se suspendía.
Me encuentro muy a menudo que hemos heredado esa manera de actuar con nuestros hijos y nos sale como un resorte pero…
Si funcionara seriamos todos megalistos y tendríamos todos un montón de estudios.
Tampoco se trata de que aprobar o sacar notas altas «sea su trabajo» y no haya que reconocerlo pero nunca premiar con cosas materiales.
Sino debemos premiar tampoco castigar, si suspende hay muchas maneras de abordarlo, empezando por preguntar que necesita para aprobar.
Porque lo hace por algo exterior no por el gusto de aprender, porque según avancen los años ningún premio le motivará ya ni ningún castigo le hará sentarse a la mesa de estudio.
Además los castigos crean conflictos donde el estudiante extremará su comportamiento hacia estudiar cada vez menos y dañar la relación con sus padres.
Ningún estudio merece debilitar la relación con tus hijos. Además sigue suspendiendo y la relación empeorando, el peor círculo vicioso que se puede dar.