Un estudio de la psicóloga Patricia Greenfield, refleja como Internet está modificando la forma de procesar la información en niños y adolescentes. No debemos alarmarnos, pero está claro que hay que plantearse muy en serio el efecto que estos usos tienen para sus cerebros en construcción.

El cerebro humano es tan sofisticado que necesita 20 años para madurar. Si hablamos de niños que con 10 años ya manejan a diario el Whatsapp, las redes sociales, videoconsolas y demás dispositivos, entonces hablamos de cerebros infantiles todavía en desarrollo que están expuestos a una gran cantidad de estímulos que exigen una rápida solicitud de decisión.

Se ha escrito mucho sobre el peligro en la red, el controlar los contenidos que leen o donde se pueden meter, pero también debemos tener en cuenta estos otros aspectos visibles a más largo plazo.

Que la tecnología y las redes sociales están aquí para quedarse es una evidencia, que los niños son nativos digitales también. Ahora bien, ¿eso quiere decir que tienen que hacer todo a través de dispositivos con pantalla?

Nosotros los adultos de la era pre-tecnológica, que tenemos la experiencia de nuestros primeros años de aprendizaje con lectura lineal y reflexiva, ahora adoptamos también la lectura en escaneo sobre dispositivos, conviviendo las dos sin problema, pero no podemos dar por hecho que para ellos también será así.

A ver si os suena: adolescente haciendo los deberes, a la vez que escucha música, ve la tele o un vídeo o….es verdad que parece que ellos son más capaces de hacer varias cosas a la vez, pero ¿es verdad que son multi-tarea sin perder nada por el camino?

Son muy recientes los estudios, pero todo apunta a que aunque sean capaces de responder de forma más rápida también puede haber una perdida en la capacidad para profundizar en el conocimiento.

En realidad no es que hagan varias cosas a la vez, (ya que el cerebro solo puede hacer dos tareas de aprendizaje al mismo tiempo) es que las hacen a más velocidad que nosotros y las encadenan. Algo positivo es que los jóvenes han mejorado su capacidad de procesamiento secuencial, también es cierto que la generación Google, tiene mayor capacidad para utilizar las herramientas de búsqueda, pero esto puede ir en detrimento de la adquisición de las habilidades necesarias para analizar de forma crítica la información que encuentran en la web.

¿Cómo evitar crear generaciones más dispersas y menos eficaces en esta era digital? Podemos limitar la exposición a la lectura digital a edades muy tempranas o contrarrestarla, por ejemplo, potenciando la lectura tradicional de libros en papel,el análisis de texto, el juego reflexivo…

Mercedes Cimas tiene más de 15 años de experiencia como psicóloga clínica. Desde su consulta en Palma de Mallorca ayuda a las personas para que alcancen el bienestar emocional que se merecen. Sus tratamientos son breves, personalizados y eficaces.